Cuando el tejido corporal o un órgano interno dañado de su lugar normal en el cuerpo, se conoce como una hernia. Una hernia umbilical a menudo puede verse en los bebés recién nacidos pero también puede afectar a gente de cualquier edad. Ocurren cuando una parte de los intestinos empujan a través de un punto débil en la pared abdominal, causando un bulto. Los síntomas de una hernia umbilical en adultos a menudo difieren de aquellos de los niños.
Entre las causas podemos detallar una debilidad congénita en las paredes abdominales, haciéndolas propensas a hernias. La edad también puede ser un factor que contribuya en la debilidad de la pared. Sin embargo, la mayoría de las hernias umbilicales se ven en gente con sobrepeso y en mujeres que acaban de dar a luz. Mujeres que han tenido muchos embarazos también pueden estar en riesgo. La ascitis, que es una enfermedad que causa exceso de líquido para colectar en la cavidad abdominal, también puede ser una causa sobresaliente.
El síntoma de hernia umbilical más notable en adultos es el bulto inexplicable alrededor del ombligo. El bulto puede ser más notorio cuando levantas objetos pesados, toses o si te tuerces. La piel también se enrojece o se sensibiliza al tacto. Si no ves un bulto, quizá sientas que te hacen presión en el ombligo, aunque quizá no lo sientas o veas el momento en el que te recuestes.
Por lo general un médico detecta la hernia umbilical durante una revisión. Puede hacerte un ultrasonido para determinar el mejor tratamiento. Si los primeros tratamientos no funcionan se recomendará una cirugía. Durante el procedimiento quirúrgico se hace una incisión en la parte inferior del ombligo y el tejido herniado se devuelve a su lugar adecuado en el abdomen..