No solo los seres vivos padecen enfermedades, también las plantas lo hacen y la causa de sus “enfermedades” son microorganismos o bacterias, en este caso expondremos al tizón bacteriano que se podría definir como es una bacteria que actúa bastante rápido en las plantas, una trombosis. Este microorganismo se encarga de afectar todas las plantas, específicamente a sus hojas.
En un principio el nombre que se le otorgó fue Macrosporium solani luego se cambió a Alternaria solani, por último se nombró Pseudomonas syringae. Afecta sobre todo a plantaciones de duraznos, albaricoques, cerezo y algunas más.
Su actuar empieza en la época de otoño e invierno, su multiplicación empieza. Mientras que en verano se mantiene sin causar daño alguno en la planta. Ocasiona lastimaduras en el cambium, en el tiempo primaveral los estragos en la planta son evidentes al notarse marchita. Los árboles después de unos años son más sensibles a padecer de trombosis.
Lo que más caracteriza al tizón bacteriano es su rápida multiplicación y la destrucción que sucede pronto en la planta ya sea parcial o completamente, causando estragos en el cambium, sus hojas empiezan a cambiar de color y empiezan a tener diminutas manchas de color distinto al de la hoja y la presencia de agujeros en las hojas caracterizado por el tizón bacteriano, junto con una presencia de lastimaduras circulares u ovaladas casi negras.
Se recomienda utilizar semillas de terrenos sanos que posean una certificación garantizando de esta manera el buen estado de la semilla, con el fin de evitar el tizón bacteriano, podar cuando termine el tiempo primaveral, utilizando instrumentos esterilizados.