Investigaciones científicas han llegado a relacionar la presencia o ausencia, en el tejido adiposo que se halla en el abdomen, de las células Tregs (T o reguladoras) del sistema inmunológico, con la obesidad y la diabetes, es decir, que estas células Tregs son prácticamente inexistentes en personas que son obesas o diabéticas, llegando a la especulación de que en realidad la diabetes del tipo II podría ser una enfermedad del sistema inmunológico.
En la actualidad, la cantidad de personas que padecen de obesidad y de diabetes tipo II se ha incrementado a cifras verdaderamente inquietantes y preocupantes, y con los recientes descubrimientos, se podría dilucidar el trasfondo real tras estos graves padecimientos que aquejan actualmente a la humanidad.
Antes de que se realizaran estos estudios, se conocía la función de las células Tregs como reguladoras o estabilizadoras de otras células del sistema inmunitario, sin embargo, a esta función inicial ahora puede agregársele otra, la de hacer de nexo entre los sistemas inmunológico y metabólico, interviniendo en el tejido adiposo y su inflamación.
Este tejido adiposo, además de los adipositos, también posee muchos tipos de células del sistema inmunológico, células prácticamente ausentes en aquellos diabéticos y obesos, al contrario de lo que ocurre con personas de peso regular, las cuales poseen éstas células Tregs, lo que evita que desarrollen resistencia a la insulina o diabetes tipo II.
Estas células pueden incrementarse con el tiempo en la zonas del tejido adiposo que rodean a los órganos, también llamado visceral, en personas que mantengan un peso recomendado, lo que no se repite en la región bajo de la piel o subcutánea. También se ha descubierto la relación entre la presencia de células T con los macrófagos, los cuales están presentes en individuos con diabetes u obesidad, y ausentes en ellos las células Tregs.
Estos nuevos descubrimientos abren un portal para nuevos, y quizás mejores, tratamientos más efectivos, para estos padecimientos metabólicos.