El agua es esencial para el cuerpo humano, nutricionistas recomiendan la ingesta diaria de ella; pero, ¿cuánta agua debemos beber y cuánta agua podría ser un peligro, en vez de un beneficio?
Cuando una persona se excede y bebe demasiada agua, se puede producir una intoxicación por agua, esto sucede luego de producirse una hiponatremia, que es cuando el sodio es diluido en la sangre, presentando una concentración por debajo de los ciento treinta y cinco milimoles por litro. Esto suele suceder a bebés menores de seis meses, cuando se le administra mucha agua o sus fórmulas se diluyen demasiado; también a los atletas, cuando beben mucha agua luego de haber sudado y haber perdido electrolitos.
Es peligroso beber demasiada agua, pero el peligro no está en la cantidad propiamente tal, sino en la dosificación y frecuencia de la ingesta. No es lo mismo beber tres litros de agua en un instante, que beberlos parcelados durante el día. Se recomienda beber ocho a doce vasos diarios, pero éstos deben ser ingeridos a lo largo del día, no de una vez.
Al tomar mucha agua los tejidos del cuerpo se hinchan, lo que podría ocasionar una ruptura de los mismos, sobre todo si se trata de una inflamación en el cerebro. También hay una baja en la concentración de sodio, que como dijimos anteriormente, es llamada hiponatremia. Una intoxicación por agua podría causar la muerte, provocando los mismos efectos que cuando una persona se ahoga en agua dulce o se intoxica por alcohol. Además, el exceso de agua puede provocar un fallo renal, por sobrecargar demasiado la función de los riñones.
En conclusión, beber demasiada agua es completamente saludable, siempre y cuando, se haga de manera parcial a lo largo del día.