Los mareos y visión borrosa a menudo aparecen de forma repentina, durando unos momentos, pero a veces se puede prolongar durante días. Los síntomas tales como mareos y visión borrosa pueden interferir con la capacidad para conducir, trabajar y realizar tareas rutinarias. Identificar y tratar este problema es pues muy importante.
La diabetes puede causar mareos y visión borrosa, especialmente cuando el azúcar en la sangre no está bien controlado. La presión arterial alta puede interferir con la circulación al cerebro y causar este problema, igual que los cambios repentinos en la presión arterial. Las personas con anemia, colesterol alto y arteriosclerosis podrían desarrollar problemas de mareos y visual. Los mareos y visión borrosa también puede ser resultado de reacciones alérgicas a los alimentos o irritantes transportados por el aire. Trastornos del ojo, incluyendo el glaucoma, la degeneración macular e infecciones oculares también pueden causar mareos y visión nublada, al igual que la retinopatía diabética, que es una complicación de la diabetes. La fatiga también puede causar mareos y visión borrosa, al igual que la miopía o la hipermetropía.
El ictus es un trastorno neurológico que puede causar mareo repentino y visión nublada. También puede ser resultado de otros trastornos neurológicos graves, como la esclerosis múltiple, la sífilis en etapa tardía y hemorragia cerebral. Las migrañas también pueden causar visión borrosa y mareos. Otros trastornos neurológicos, tales como neuromas óptica y tumores cerebrales, también puede causar visión borrosa y mareos, según la Biblioteca Nacional de Medicina.
Trastornos con el laberinto vestibular del oído interno puede provocar mareos y trastornos visuales y auditivos. El inicio repentino de mareo y visión borrosa pueden resultar de neuronitis vestibular aguda, una inflamación anormal del nervio vestibular. Los mareos y visión borrosa también puede resultar de infecciones del oído interno.