La colitis es una patología que se produce en el colon. La colitis se suele utiliza para designar la inflamación del intestino grueso y puede ser tanto aguda como crónica.
En medicina se suele asociar este término en dos situaciones claramente diferenciadas. En la primera de ellas no se sabe el origen de la colitis y se achaca como consecuencia de otra patología como podría ser el caso de la enfermedad de Crohn. En la segunda situación, el especialista conoce las cusas de la enfermedad y conoce el diagnóstico como sería el caso de la colitis ulcerosa.
Las síntomas de la colitis son:
– Sensación continuada de gases acompañada de inflamación.
– Dolor abdominal
– Escalofríos
– Fiebre
– Diarrea
– Heces con sangre
– Distensión abdominal
Para diagnosticar la colitis es necesaria la realización de diversas pruebas de laboratorio pues se necesita analizar las heces en busca de parásitos o de virus o bien puede requerir la realización de una colonoscopia para realizar una biopsia del tejido del colon.
Por tanto, el tratamiento dependerá de la causa de la enfermedad. Es recomendable realizar cambios en los hábitos alimenticios para evitar excesos de un determinado tipo de alimento. Al mismo tiempo es importante aumentar la ingesta de líquidos y de fibra para facilitar que nuestro cuerpo evacue toxinas y mejore el funcionamiento del sistema digestivo.
En muy pocas veces el tratamiento a seguir necesita de intervención quirúrgica sino que se basa en tomar antibióticos, antiparasitarios, antiinflamatorios o analgésicos para evitar el dolor.