Existen distintos tipos de manchas en la piel, cada una de ellas causada por distintos factores, a éstas se les llama decoloración cutánea irregular o en parches. Una de ellas es causada por una variación en el pigmento de la piel (melanina); la otra, por el crecimiento de agentes extraños y la última, es la piel moteada o veteada, la cual está directamente relacionada con cambios vasculares (en los vasos sanguíneos) producidos en la piel, que crean un aspecto manchado.
La piel posee células que producen pigmentos llamados melanina, estos son los encargados de dar la coloración. Si existe un pequeño desajuste en su proceso, esto ocasionará manchas e irregularidades en la piel. Hay factores que pueden aumentar o disminuir la melanina, como por ejemplo, los genes, el calor, una lesión, exposición al sol (especialmente después de ingerir un medicamento llamado psoraleno), cambios en las hormonas, exposición a metales pesados.
Cuando se produce un aumento en la pigmentación, éste se denomina hiperpigmentación; contrario a esto, al generarse un descenso en la producción de pigmento, es llamado hipopigmentación. Cualquier tipo de cambio en la coloración de la piel debe ser visto por un dermatólogo, ya que puede deberse a otros trastornos o enfermedades.
Algunas enfermedades relacionadas con la piel moteada son, la artritis reumatoide, que provoca inflamación en las articulaciones pudiendo dañar los vasos sanguíneos; la acrocianosis, trastorno de los vasos sanguíneos que genera una piel fría y pálida; la poliarteritis nodosa, enfermedad de los vasos sanguíneos en la que se inflaman y dañan las arterias medianas, impidiendo la correcta circulación de la sangre y el síndrome de Felty, donde se complica una artritis reumatoide provocando que un bazo agrandado y anormalidades en la sangre.