Por miringitis se entiende la inflamación de la membrana timpánica, llamada también miringe. Es un tipo de otitis (inflamación que se produce en el oído).
En el caso de la miringitis bullosa, esta inflamación está producida por una infección vírica, que suele aparecer tras un resfriado (catarro común), una infección de las vías respiratorias altas, con mayor frecuencia en adultos y durante el invierno.
En ocasiones la aparición de miringitis bullosa viene precedida por una infección del oído medio que ha producido presión detrás de la membrana timpánica y la ha inflamado. Pero también puede ocurrir al revés, una miringitis bullosa no tratada puede complicarse en una otitis media aguda. En ambos casos habría riesgos de ruptura de la membrana timpánica.
La miringitis bullosa produce dolor de oído (otalgia), hipoacusia (disminución de audición) y, en ocasiones, fiebre. No obstante, el síntoma más característico de esta enfermedad es la aparición de ampollas sanguinolentas (bullas hemorrágicas) en el tímpano, que sangran al romperse. Con el sangrado del oído (otorragia), suele desaparecer el dolor.
Para diagnosticar esta dolencia, al doctor le bastará con la observación a través del otoscopio, un instrumento médico con un haz de luz que sirve para examinar tanto el conducto auditivo externo como la membrana timpánica.
Aunque es una enfermedad dolorosa, no es grave y no suelen producirse complicaciones, lo normal es que curse espontáneamente hacia la curación. El tratamiento consiste en la administración de gotas con antibiótico (no suele ser necesario usar antibióticos orales) y antiinflamatorios de tipo oral.