Qué es un canal de Havers

El Sistema de Havers, nombrado así en honor a la labor del médico y anatomista inglés Clopton Havers, consiste en una de las unidades estructurales que componen el tejido óseo compacto. Esta misma unidad también se conoce como osteonas. Las estructuras que presentan una configuración más avanzada son aquellas que se encuentran en la diáfisis de los huesos más grandes y maduros, como el fémur y la tibia.

Dicho sistema se compone de varios elementos con diferentes funciones. La principal es el conducto de Havers o canal haversiano, por el que circulan vasos sanguíneos y nervios que se ocupan de la irrigación de las células estructuradoras del tejido óseo compacto. Este conducto se encuentra dispuesto en posición paralela a la dirección longitudinal del hueso y es el centro del sistema.

Los canales haversianos se comunican entre ellos, así como también con el periostio y la cavidad medular a través de estructuras denominadas “conductos de Wolkmann” que forman una red entre estas estructuras óseas.

En segundo lugar, están las laminillas circunferenciales o sistema laminar que se encuentra dispuesto alrededor de cada conducto de Havers. Su número puede fluctuar entre cuatro y una veintena de estas delgadas placas concéntricas. Están compuestas a partir de fibras de colágenos y numerosas lagunas con osteocitos, las cuales constituyen algunos de los elementos celulares del tejido óseo.

Un dato curioso es que ante cualquier alteración en la fuerza mecánica que actúa sobre la matriz ósea, las laminillas que conforman el sistema laminar, cuentan con la capacidad de reestructurarse y adaptarse a la nueva correlación de fuerzas, reformando el tejido óseo sin perder sus principales propiedades minerales.

Por último, también forma parte de este conjunto la estructura conocida como línea de cemento de Von Ebner, cuya función radica en separar el Sistema de Haver del sistema intersticial.

 

 

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Categorias: Medicina
Ultima modificación: 10/28/2013