La hipotermia es la disminución accidental de la temperatura corporal por debajo del rango normal. Se considera hipotermia una temperatura menor a treinta y cinco grados centígrados. Los bebés y los ancianos son los más propensos a perder calor corporal y sufrir hipotermia.
La hipotermia causa fallos en distintos sistemas del cuerpo. En el aparato cardiovascular, la hipotermia produce una disminución de la tensión arterial, pudiendo llegar hasta el paro cardíaco si la temperatura desciende a los veintiún grados centígrados. En el sistema pulmonar, la frecuencia respiratoria aumenta y pueden producirse dos complicaciones peligrosas tras haber sufrido una hipotermia: la bronconeumonía y el colapso de algunas zonas del pulmón. En el sistema nervioso central produce la depresión progresiva de su actividad, que puede llevar al paciente al estado comatoso. También produce parálisis en el intestino y un aumento en la viscosidad de la sangre.
Una manta de hipotermia o manta hipotérmica es un cobertor que se coloca sobre el paciente para conservar el calor corporal, evitando que pierda calor por radiación, y detener la hipotermia. Pueden contener líquido caliente o ser solo aislantes como las mantas isotérmicas.
Las mantas isotérmicas, también llamadas mantas de emergencia o de supervivencia, son mantas de plástico con una capa aluminizada que se usan sobre todo en accidentes. Para evitar que el accidentado pierda calor corporal o se sobrecaliente.
También existen mantas para la inducción de hipotermia, pues en algunos tratamientos médicos puede ser conveniente inducir un estado hipotérmico, por ejemplo en pacientes con deterioro neurológico tras una parada cardiorrespiratoria.