La diversidad de sustancias contenidas en aguas residuales es determinada por la composición de sólidos, estos sólidos puede ser desechos industriales, agua de lluvias, desperdicio domésticos y agentes químicos. En las plantas de tratamiento de aguas residuales se separan los líquidos de los sólidos, con diversos tratamientos se desinfectan y se estabilizan los sólidos, reduciendo el olor, así como destruyendo las bacterias nocivas. En este tratamiento se obtienen subproductos ricos en nutrientes, a estos subproductos, se les denomina biosólidos.
Estos sólidos, en su mayoría, son devueltos al medio ambiente, mas ya no son contaminantes, ya que se encuentran estabilizados y separados de otros contenidos tóxicos. Generalmente se aplican directamente a la tierra y tienen la propiedad de abonar, que mejora la cosecha. Y en lugares donde se lleva a cabo la minería, los biosólidos son útiles para nutrir la tierra, así se reconstruirán las capas que fueron cavadas, y ayudan a regenerar de manera natural la tierra que fue contaminada químicamente o destruida por un desastre natural, como incendios.
El biosólido será capaz de transformar tierra estéril en abono fértil que mejorará la industria agraria, esta tecnología asemeja a lo que sucede naturalmente en un ecosistema, ya que la tierra obtiene sus nutrientes de cadáveres y desechos naturales, la tecnología acelera este ciclo, para que lo proveniente de la naturaleza regrese a ella, obteniendo los beneficios de manera controlada.
Como un dato curioso, los jardines de la casa blanca en Estados Unidos de América, son abonados con biosólidos, así como las huertas experimentales de varios laboratorios biotecnológicos.