El primer paso en la elaboración de guitarras es la selección de la madera. La parte superior del cuerpo, o caja de resonancia, por lo general está hecha de abeto o cedro debido a sus cualidades tonales superiores. La parte posterior y los lados de la guitarra por lo general están hechos de caoba, aliso, fresno o nogal. Los mástiles por lo general están hechos de arce, caoba, koa o palo de rosa. A pesar de tener un efecto en los tonos de la guitarra, la madera en el cuerpo y el mástil tienen un efecto menor que la madera en la caja de resonancia.
Las guitarras acústicas se fabrican cortando la forma de la parte superior y posterior de la figura tradicional de la guitarra, una forma de ocho. La boca o bocas se cortan en la parte superior, o caja de resonancia. Los lados posteriormente se cuecen al vapor para ablandar la madera. La madera posteriormente se seca en un molde para que retenga las curvas tradicionales de la guitarra. La parte superior, inferior y los lados de la guitarra se pegan a un sistema de refuerzo interno para dar fuerza a la guitarra.
Los mástiles son tallados a mano o, más comúnmente, creados con una cortadora controlada por computadora. Una vez que la forma del mástil ha sido creada, se pega un diapasón y se le da forma. Después se insertan trastes en el diapasón. La mayoría de las guitarras acústicas necesitan tener un clavijero. Una vez que clavijero se une y pega en el lugar correcto, el mástil está listo y terminado.
El acabado de la guitarra tiene un efecto en la resonancia de las maderas que la componen. Los diversos acabados le permiten mayor o menor resonancia. Los acabados tradicionales incluyen poliuretano de nitrocelulosa. La nitrocelulosa se aplica en repetidas capas delgadas que permiten que la resonancia sea mayor. Muchas guitarras modernas usan múltiples capas de poliuretano. Aunque no es tan inflamable como la nitrocelulosa, el poliuretano no permite que la madera resuene muy libremente. Una ventaja del poliuretano sobre la nitrocelulosa es su durabilidad.