Existen dos tipos principales de ascensores, el hidráulico y el de cable, aunque el de cable es utilizado con mayor frecuencia. El ascensor hidráulico típicamente no es barato y necesita mucha energía para poder operar. Su proceso es simple, el ascensor se sitúa en una plataforma que está conectada a un pistón. El pistón debe ser lo suficientemente largo para extenderse y empujar el carro del ascensor hasta el piso superior, lo que significa que los ingenieros necesitan cavar lo suficientemente hondo para darle espacio al pistón para descender cuando el carro se coloca en el primer piso.
Los ascensores hidráulicos tienen un tanque de fluido, usualmente se trata de aceite, y una bomba que causa que el líquido fluya hacia arriba de un eje que empuja al ascensor. Cuando el carro del ascensor necesita descender, se abre una válvula que permite al líquido fluir de regreso al tanque y con ello el carro desciende.
El tipo más común de ascensor es el ascensor de cable, el cual utiliza menos energía y no requiere que se cave mucho para poderse construir. El carro del ascensor está enganchado a cuatro u ocho cables de acero que corren sobre una polea de garganta en la parte superior del edificio. Los cables están unidos a un peso del otro lado de la polea y actúan dando balance y conservando la energía para que la polea no tenga que moverse mucho para elevar o descender el ascensor. Se hace uso de un sistema de computadora y éste localiza dónde se encuentra el carro ascensor y rastrea cuándo se presionan los botones en cada piso y dentro del ascensor.