Cuándo se usó el primer ascensor

Sin elevadores, no habría rascacielos. Los discapacitados estarían destinados a permanecer siempre en el suelo. En las ciudades con sobrepoblación como Tokio, los habitantes tendrían menos espacio en dónde poner sus cabezas. Los elevadores le han permitido al hombre y a su imaginación ir en dirección vertical, cambiando para siempre la imagen visual del mundo.

Los primeros elevadores llamados polipastos, eran usados en los tiempos antiguos. Dependían de los humanos, los animales o la energía producida por el agua para levantar cargas. En el siglo III a. C., el matemático griego Arquímedes introdujo cuerdas y poleas que proporcionaban una mejor manera de elevación. Varios cientos de años después, los gladiadores y las bestias que luchaban viajaban en ascensores rudimentarios desde áreas de espera hasta la arena del Coliseo en Roma.

En 1743 en Francia, Madame de Pompadour tenía una “silla voladora” instalada que la llevaba desde su apartamento en el segundo piso del palacio hasta el del rey Luis XV en el primer piso. Éste fue el primer elevador construido para desplazar a una persona. En una palabra, los sirvientes utilizaban pesos y poleas para elevar o descender la silla una distancia de un piso.

En los 1800, el elevador moderno comenzó a desarrollarse. En 1850, un elevador de carga accionado por vapor se instaló en un edificio de la ciudad de Nueva York. Se movía tan sólo entre dos pisos adyacentes. En 1852, una invención de Elisha Otis hizo posible que los elevadores transportaran personas. Su elevador accionado por vapor fue diseñado para evitar que el carro cayera hacia el pozo si el cable de elevación se rompía. Al principio, Otis promocionó sus elevadores únicamente para los negocios que necesitaban ir desde un piso a otro, pero en 1857, una tienda departamental en la ciudad de Nueva York instaló el primer elevador comercial para pasajeros.

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Categorias: Historia
Ultima modificación: 06/25/2013