El diafragma es una parte de las cámaras fotográficas situada en las lentes de las cámaras réflex que se encarga de regular la entrada de luz que entra en la cámara. Suele estar compuesto por un sistema de placas con forma de aleta o de un disco que puede ser ajustable tanto de forma manual como de forma automática.
De esta forma dependiendo del grado de apertura del diafragma y la velocidad de exposición obtendremos fotos con un determinado rango de profundidad. Así, con un grado de apertura muy grande y una velocidad de exposición muy lenta obtendremos fotografías con escaso rango de profundidad (sólo saldrá nítido el primer elemento o más cercano) y con un rango de apertura menor y una exposición más prolongada obtendremos un mayor rango de profundidad (los objetos más alejados saldrán nítidos y claros). Tú mismo puedes hacer la prueba realizando un par de fotos en modo manual con tu cámara con lo que verás de forma más sencilla esto que comentamos. El diafragma lo puedes encontrar en el círculo más exterior del objetivo con los números : 1,8; 2.8; 4; 5.6; 8; 11 y 16. El número más alto indicará un grado menor de apertura y el número más bajo por tanto un grado mayor de abertura.
Como hemos visto pues, jugando con el diafragma y el obturador, el cual sigue el mismo sistema que el diafragma, podremos conseguir efectos de nitidez y de profundidad de campo por lo que sólo nos bastará realizar diferentes fotos para conocer exactamente las características de cada objetivo pues dicha información no suele aparecer en los manuales técnicos.