Un radioteléfono es esencialmente un radio de una dirección que se conecta a otro radio o arreglo de radio. Esto le permite al usuario hablar con otro usuario, siempre y cuando ambos se encuentren en la misma frecuencia. La mayoría de los radioteléfonos tienen la habilidad de alternar entre frecuencias múltiples, y algunos hasta pueden hacer uso de frecuencias codificadas para conversaciones más privadas.
Los radioteléfonos tienen tanto una señal receptora como componentes de transferencia. Usan antenas simples para recoger las señales de radio en las frecuencias en los que están configurados, y recogen otras señales en esas mismas frecuencias. Los componentes básicos del transductor convierten las ondas de sonido de una voz a breves transmisiones codificadas como la señal de radio, las cuales posteriormente se traducen por otro radioteléfono conforme las recoge. Esto permite que los dispositivos se comuniquen a la distancia sin uso de cables.
El alcance de los radioteléfonos es muy corto comparado con el de los teléfonos celulares de hoy en día, los cuales usan redes complicadas para conducir las señales de radio. Los radioteléfonos transmiten sus propias señales y no tienen torres, por lo que sus señales se limitan a una o dos millas como máximo. Muchos tan sólo pueden alcanzar un par de cientos de pies, aunque algunos pueden programarse para hacer uso de centrales cercanas u otros dispositivos para alargar su radio de transferencia.
Los radioteléfonos Wi-Fi usan tecnología Wi-Fi para transmitir códigos digitales en ondas de radio. Esta tecnología es similar a la tecnología de onda de radio tradicional de los radioteléfonos pero ofrece mayores beneficios. En el formato Wi-Fi, los datos se transfieren a velocidades más altas, resultando en una representación de voz más clara. Las señales Wi-Fi pueden alternar entre múltiples frecuencias al mismo tiempo, lo que le permite a los usuarios comunicarse sin la necesidad de proteger o cambiar sus frecuencias.