Básicamente una televisión se puede dividir en dos partes, la primera se encarga de recibir la señal y la segunda funciona exclusivamente para producir el sonido y la imagen. A través de los años el funcionamiento y el principio de la televisión no han cambiado, pero sí sus componentes ya que la mayoría de ellos poseen circuitos cerrados.
Para cuando se desarrollo el sistema de televisión a color se originaron dos conceptos indispensables, éstos son: la crominancia y la luminancia. Con la primera hace referencia a la señal en blanco y negro y a la información necesaria respecto al brillo de la imagen. La segunda es la información sobre el color.
Para transmitir la señal a color la primera función evidentemente es captar una imagen con una cámara, posteriormente esta imagen se descompone en tres tipos de imagen que contienen la información de señal roja, la azul y la verde. Estas señales se deben convertir en señales eléctricas que se conocen como señales de video, ya que son obtenidas a través de algún modulador, son transmitidas al receptor y éste las manda a un cañón, el cual interpreta cada color, por ejemplo, la luz roja es enviada al cañón rojo y las otras dos son interpretadas por sus cañones respectivos. Al mismo tiempo que se transmiten estos tres colores se lleva a cabo la transmisión al componente blanco y negro, para que la imagen pueda ser visualizada tanto en televisiones a color como en las que sólo cuentan con transmisión en blanco y negro.