Cómo se forman las burbujas en las bebidas gaseosas

Los fabricantes agregan efervescencia a las bebidas gaseosas en el proceso de embotellado incorporando dióxido de carbono y agua a la lata o a la botella a una presión de cerca de 1200 libras por pulgada cuadrada. Si se observa una botella antes de abrirse, puede notarse que casi no hay burbujas en el líquido. Esto se debe a que la presión en el interior de la botella o de la lata causa que el dióxido de carbono permanezca disuelto en el líquido.

Al abrir la botella o la lata se crea un efecto de gatillo que libera la presión en el interior, permitiendo que el dióxido de carbono se libere del líquido. Esto causa que el dióxido de carbono se eleve hacia la superficie en forma de burbujas y mientras las burbujas se observen, indica que el exceso de dióxido de carbono comienza a escapar hacia el aire. Sumándose al efecto gatillo iniciado al abrir la botella o la lata, si éstas se agitan antes de abrirse puede crearse una energía extra contenida dentro de los recipientes. Esta energía se conoce como energía cinética. Una vez que el recipiente se abre, la energía se libera en grandes cantidades y puede provocar una expulsión del líquido mediante la parte superior de la botella o de la lata.

Para evitar que una bebida gaseosa pierda su naturaleza efervescente, debe mantenerse fría y cubierta firmemente con una tapa para prevenir que el dióxido de carbono se escape.

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Categorias: Tecnologia
Ultima modificación: 12/21/2012