Los rayos X son similares a los rayos gamma, pero tiene una energía menor, éstos son producidos al estimular electrones de un átomo en sus capas internas, estos electrones en la mayoría de los casos son de alta energía, cuando se produce este estimulo se da lugar a un espectro llamado rayo X, el espectro puede ser característico o continuo.
En la hipótesis de que un electrón de alta energía se estrella contra un material y se acelera, en el momento que el electrón se desacelera, este cede energía y se refleja en forma de fotones, cada vez que este acontecimiento ocurre se continúa donando energía, dando lugar a fotones con diferente longitud de onda; en los rayos X el limite mínimo de longitud de onda se conoce como onda corta Oswel. El electrón que se encuentra excitado, no se puede mantener estable, con el fin de obtener nuevamente el equilibrio, los electrones de niveles superiores del átomo pasan al nivel inferior que se encuentra desocupado, al darse este intercambio se da lugar al característico espectro del rayo X, cada átomo proporciona un espectro diferente.
La aplicación de los rayos X ha sido muy diversa y la medicina ha dado pasos agigantados gracias a ellos. En hospitales y laboratorios se producen por filamentos de gas, en estos tubos son excitados los átomos para producir un rayo.
Los rayos X se utilizan en procedimientos como la genética de acción, utilizándolos para conocer procesos genéticos que suceden dentro de la célula y la más común de sus aplicaciones es para obtener radiografías de los huesos del cuerpo.