El barógrafo es un instrumento que da una lectura continua de la presión atmosférica, esta lectura es obtenida por medio de un barómetro aneroide que se encuentra incorporado al barógrafo, en este utensilio la lectura no se obtiene por medio del mercurio, sino se basa en la lectura obtenida por el aplastamiento que produce la presión atmosférica sobre delgadas capaz de metal de forma cilíndrica. Para evitar que la presión dañe la estructura del barómetro se incorporan pequeños resortes que impedirán que las capsulas medidoras se aplasten sobre el barómetro. Sobre éste se coloca una plumilla que se dirige a un tambor rotatorio, adaptado con papel graduado, de forma que el movimiento del barómetro mueva la plumilla y ésta vaya trazando en el papel graduado la grafica correspondiente.
Por medio de este instrumento se puede observar con detalle los cambios continuos a los que está sometido el barómetro e incluso los detalles cuando se encuentra en calma atmosférica, conocido en meteorología como “pantano barométrico”. Cuando en las graficas se registra un cambio positivo o negativo, inequívocamente se refiere a cambios climáticos, cuando uno de estos cambios aparece bruscamente, en la grafica dibujada aparece una serie de picos conocidos como “dientes de sierra”.
Gracias a este artefacto se puede determinar otra variable, la tendencia barométrica, la cual se refiere a las variaciones de presión atmosférica que se presentan en lapsos de tres horas; conocer esta variable otorga muchos beneficios a los centros meteorólogos, ya que da a conocer la predicción del clima con mayor certeza.