Cuando compartes mucho tiempo con el chico que te gusta lo que todos tus amigos dicen es que tengas paciencia, y que él no tardará en acercarse, pero pasan los días y mientras cada vez se hace más evidente que hay una atracción entre ambos, la paciencia deja rápidamente de ser una virtud. Si ese chico quiere estar contigo tanto como tú con él, es difícil comprender qué es lo que espera.
¿Te has cansado de esperar que él dé el primer paso? ¡De eso se trata! Te encuentras en una situación fácil cómo pocas de resolver. Los tiempos han cambiado y nadie dice que si el hombre no toma la iniciativa la mujer no pueda hacerlo. De hecho, en el pasado, cuando una demostración semejante no estaba socialmente bien vista, muchas mujeres igualmente se atrevían a tomar el toro por las astas y hacer la “parte sucia” del trabajo. Es una cuestión de sentimientos antes que de deberes sociales.
La primera medida que debes tomar es asegurarte de demostrarle que ambos sienten lo mismo. La inseguridad o falta de coraje de un chico para acercarse a ti a decirte que le gustes pasa por la incertidumbre acerca de cuál será tu respuesta. Si tú ya sabes que él quiere estar contigo, entonces sólo resta un último detalle: que él sepa que tú también. A estos fines, si enfrentarlo directamente te hace sentir tímida, no te preocupes, como mujer, cuentas con otros medios más sutiles. Cada vez que lo encuentres dedícale una sonrisa; si ya se conocen, demuéstrale tus intenciones estableciendo contacto físico inofensivo, colgándote de tu brazo o abrazándolo. Puedes también acercarte a él con cualquier otra excusa.
Repite durante algunos días esta estrategia, y si él no avanza pero sigue comportándose igual que antes, arrincónalo. Debes encontrar un momento en que sea sólo para ustedes dos. Puede ser a la salida del colegio, cerca de su casa o en un recreo, pero debes asegurarte de que sea algo entre tú y él. No lo tomes como una jugada peligrosa, pues no tienes nada que perder y está todo dicho. Sin sonar a telenovela dile que querías estar a solas con él porque este último tiempo sientes que algo ha cambiado entre ustedes y que te resulta difícil ignorarlo. Guarda silencio y espera su respuesta, ¡algo tendrá que decir! Si su respuesta es una sonrisa afirmativa, acércate para besarlo, será un gran momento. No dejes de reprocharle, mitad en serio, mitad en broma, su tardanza.