Todo el mundo sueña con tener una bonita casa. A veces el dinero nos impide cumplir ese sueño, pero realmente no hace falta tener una gran carrera para poder construirse una casa. Con tiempo, ganas y un poco de ayuda puedes ponerte manos a la obra. Sólo necesitas unos planos ya diseñados y si se desea contratar a algún peón como ayudante. El resto lo podemos hacer nosotros mismos.
Tras conseguir el terreno, los planos y las debidas licencias, lo primero que haremos será excavar la cimentación. Podemos alquilar una excavadora para este menester. La profundidad de cimentación dependerá del tipo de casa que construyamos. Podemos partir de una profundidad mínima de cimentación de 60 cm.
El siguiente paso es añadir el hormigón de limpieza. Luego hay que poner varillas de rea y estribos, perpendiculares a las varillas. Para levantar el forjado del suelo se usarán separadores de hormigón. Para hormigonear se puede usar argamasa blanda de 250 Kg.
Tras los cimientos se levanta el muro que sostendrá el forjado sanitario de la planta baja de la casa. A partir de esta pared se puede hacer el sótano. Para crear la escalera se usarán varillas conocidas como “arranque de la escalera”, del que partirá el hierro que forme la estructura.
Una vez puestas las varillas de los pilares se colocarán las vigas. Entre las vigas se colocan las bovedillas, que pueden ser de hormigón. Es entonces cuando se ha de crear el perímetro de la casa con zunchos de varillas sobre las vigas. Se colocarán desagües y tubos de la corriente eléctrica y el teléfono. Las vigas llegarán hasta el zuncho para que queden bien sujetas. Sobre las vigas se colocarán los negativos, y un mallazgo que cubre toda la superficie. Una vez hecho los siguientes pasos serían levantar la planta baja y realizar obras de interior.