Un muro en voladizo es la estructura más común utilizada para contener tierra u otro tipo de material similar. La tierra, también llamada relleno, se retiene en posiciones en las cuales normalmente no podría colocarse y colapsaría por la influencia de la gravedad sin un muro de retención o si la estructura fallará. Un muro de voladizo se construye a partir de concreto reforzado y está construido con una losa y solera que son más delgadas que en otros tipos de muros de retención. La base está hecha de un talón que se coloca debajo del suelo y un pie que asienta en la parte externa de la base del muro.
Una construcción en voladizo es más efectiva cuando los muros son de menos de 7.6 m de altura. Un muro de voladizo consiste de zapatas de voladizo, acero estructural, tirantes y concreto. El acero principal se coloca en los lados que experimentan la mayor tensión, mientras que el acero nominal se coloca en el lado opuesto y ayuda a controlar la fractura estructural cuando el concreto se vierte. El muro puede estar diseñado con zapatas grandes para que la base del muro soporte una mayor cantidad de relleno, el cual efectivamente se vuelve parte de la masa del muro. Un muro de retención puede construirse con una zapata más grande si las consideraciones de diseño determinan que es más efectivo.
La superficie externa de un muro de voladizo puede cubrirse con cualquier material para propósitos de durabilidad y de decoración. No hay ningún material externo que contribuya a la fuerza de la estructura en general.