Un puente de cuerda supuestamente es uno de los tipos más antiguos de puentes hechos por el hombre. Capaz de extenderse sobre amplios tramos utilizando medios relativamente sencillos, los puentes de cuerda de la historia antigua han sido encontrados en diversas regiones de América Central así como en los Himalaya. Si bien aún existen puentes de cuerda de uso común, también son populares en versiones más pequeñas para utilizarse en casas de árbol y como accesorios en juegos de jardín.
Es un tipo de puente suspendido, la forma más básica de un puente recuerda puede consistir de tan sólo dos cuerdas: una por la cual caminar y la otra con la cual sostenerse. Estos puentes tienen contrapesos de gran tamaño en cada extremo para producir estabilidad para la persona que camina sobre el puente. Sin la correcta aplicación y emplazamiento de los pesos en cualquiera de los extremos, el puente de cuerda puede volverse muy peligroso debido a la inestabilidad y podría hacer caer sus pasajeros en tan sólo un instante.
Uno de los más famosos puentes de cuerda es el puente Carrick-a-Rede en Irlanda. Algunos historiadores sugieren que los pescadores locales erigieron un puente de cuerda en el área cada año comenzando a partir de finales del siglo XVII, con el fin de conectar la región principal hacia las regiones de pesca cada temporada. Hoy en día, el puente se ha modernizado con muchas características de seguridad para el bienestar de los turistas, a pesar de ello, muchos consideran que caminar sobre el puente de cuerda aún es una aventura escabrosa.