Los daños graves deben dejarse a un especialista, pero hay cosas que sí se pueden hacer para mejorar su libro. Este es el caso del arreglo de la solapa o las esquinas.
Solapas
- Para ello se levanta un poco el cuero de la tapa, que llega a la solapa en ambos lados, y se coloca una tira de cuero de cabra, cerdo o vacuno.
- Se corta una tira que sea 1 cm más larga que la solapa del libro y medio centímetro más ancha en cada lado (portada y contra-portada).
- Los bordes se rebajan con un cuchillo para que no sobresalga la unión entre el cuero de la tapa y la solapa.
- La tira se pega con cola fría, dejando medio centímetro a ambos lados del libro y se doblan los dos extremos libres de la tira hacia adentro.
Jamás se debe pegar una solapa suelta con Scotch o cinta adhesiva, ya que estos elementos producen un gran daño al libro, pues al tratar de sacarlos más adelante se sacará también un trozo de la solapa. Además, si el scotch se deja mucho tiempo, se desprenderá dejando una mancha amarilla imborrable en la solapa.
Esquinas
- Cuando faltan esquinas en los libros, se pueden rehacer con otro trozo de cuero o madera, del mismo tipo, y se pegan al original.
- Si la tapa se ha roto al medio, pegúela con cola fría, pero es bueno reforzar esta unión mediante tiras transversales de cuero o madera. Antes de pegar estas tiras, se rebaja la superficie de contacto para que éstas no sobresalgan.
- A veces, en la restauración, no se encuentra el mismo color del cuero. En ese caso hay que teñirlo antes de usarlo de modo que no resalte. Si la tapa de cuero presenta faltantes, éstos se pueden rellenar con engrudo y polvo de cuero o apéndice de vacuno molido; con estos ingredientes se hace una pasta con que se rellena el fallante.
- Después se seca y se pinta. Si un trozo de cuero se ha levantado, inyecte cola fría debajo de la zona afectada y pegue nuevamente el cuero.