Si estás harto de no llegar a final de mes puede que te encuentres en uno de estos supuestos: tus ingresos son menores que tus gastos o no eres capaz de administrar de forma adecuada tus recursos. Para todo ello hay solución, que parte de nuestra voluntad de adaptar nuestro nivel de vida a la realidad que marcan nuestros ingresos.
Hay situaciones límite en las que también podemos conseguir mejorar las dificultades a través de la negociación con nuestros acreedores, por lo que intenta esta vía para solucionar el problema si te encuentras atravesando una situación similar.
En caso de que no sea tan grave el problema, la planificación y una correcta gestión de tus ingresos es vital para evitar llevar sustos desagradables. Si sabemos en qué nos gastamos el dinero cada día, seremos capaces de realizar una previsión del gasto para controlar posibles desviaciones. Cada euro que logremos ahorrar en cosas inútiles nos evitará resoplar a final de mes, así que plantéate con firmeza las cosas que puedes evitar para ahorrar: dejar de fumar, reducir el consumo de café o de otros pruductos en cafeterías o bares, comprar excesivo número de complementos… Se trata de postergar este tipo de gasto para momentos en los que tengamos un remanente suficiente como para poder afrontar imprvistos o urgencias.
Hay otros gestos que te pueden ayudar a ahorrar, como compartir el coche para ir al trabajo o al centro de estudio, llevar comida al trabajo para evitar comer fuera, planificar actividades de ocio al aire libre o en sesiones caseras, comprar la ropa y otros elementos en período de rebajas y un sinfín de alternativas al gasto indiscriminado que nos conduce a los desequilibrios domésticos.