Manual para la elaboración de un presupuesto personal

El funcionamiento de cualquier organización o empresa requiere del establecimiento de unas pautas para distribuir el gasto de forma adecuada y poder satisfacer sus necesidades. En este sentido, la economía doméstica depende principalmente del necesario control de entradas y salidas de efectivo, así como un balance general de los gastos fijos que tenemos que afrontar cada mes o trimestre. El objetivo de esta estrategia puede ser desde conseguir unos ahorros para realizar unas deseadas vacaciones, conseguir la entrada para un nuevo vehículo o realizar unas reformas que acondicionen nuestro hogar.

La forma de conseguir un presupuesto que nos ayude alcanzar nuestros objetivos es, en primer lugar, adoptar una postura realista frente a la necesidad de realizar recortes en las partidas que se consideren superfluas o no imprescindibles. De hecho, salvo que seamos capaces de conseguir mayores ingresos de los previstos, el ahorro provendrá de nuestra capacidad de reducir gastos como el transporte, el abastecimiento de la casa, los gastos de luz, agua y otras partidas como la telefonía e internet.

Una hoja de cálculo es imprescindible para introducir los gastos reales a partir del desglose de lo que a conocemos y comparar con la previsión de los gastos previstos para los meses siguientes. El balance de gastos e ingresos será el que nos confirme si hemos sido capaces de generar ahorro.

Para una inversión futura de cierta entidad, debemos ser capaces de anticipar imprevistos que afectarán a nuestra base de ahorro, por lo que no consideres que el ahorro total será la cantidad que acumules mes a mes. De esta forma evitarás sentir frustraciones si algún gasto inesperado trastoca tus previsiones. Si has calculado una cantidad aproximada de ahorro al mes, una forma de asegurarlo es tomar una cantidad fija y apartarla al inicio de mes. Así la protegerás de la vorágine de gastos mensuales.