Para mejorar la rentabilidad de cualquier negocio la mejor estrategia es conocer a fondo a la competencia, ya que es imposible (o casi imposible) tener un negocio en donde no existan competidores, por más especializado que el producto sea o aunque el publico objetivo esté perfectamente dividido. Por tanto, todo empresario tiene el deber de investigar qué lo diferencia de la competencia; cuando se encuentran los puntos en los que la competencia está superando, es momento de realizar modificaciones en el negocio. Para hacer este análisis se recure a la inteligencia competitiva.
La inteligencia competitiva se refiere a la recopilación de información, sobre los competidores, con el único objetivo, de hacer más rentable el negocio propio. La inteligencia competitiva se debe realizar de forma continua y regular, ya que las empresas competidoras, cambian sus métodos de mercadeo regularmente y la información que se tiene de un tiempo atrás puede que no sea la que se está aplicando actualmente.
Se aconseja obtener información básica como:
- ¿Qué vende?
- ¿Cuáles son los precios que cobra por sus productos o servicios?
- ¿Quiénes son sus proveedores?
- ¿Cuáles son las políticas de la empresa?
- ¿Cuál es el mecanismo que utiliza para mantenerse comunicado con su personal y sus clientes?
Para obtener esta información se puede hacer uso de medios de comunicación como televisión, espectaculares, periódicos, Internet, comunicación telefónica con proveedores, entrevistar a clientes de competidores, así como a los propios y hacer visitas continuas a los puntos de venta de la competencia.
Finalmente la inteligencia competitiva se analiza y en base a ésta se decide si se hará un cambio o no es necesario.