La deuda contingente es un tipo inusual de deuda que depende de los futuros desarrollos indefinidos. Una deuda contingente no es una responsabilidad definitiva, ya que se basa en el resultado de un hecho determinado, como una sentencia judicial. Por lo general una deuda es dinero prestado a expensas de que será pagado en un período específico de tiempo. La deuda contingente depende de circunstancias dudosas. Puede darse en el caso de dos empresas o individuos que se encuentren reclamando legalmente una misma deuda con lo que la responsabilidad de su pago no es cierta ya que el resultado de un proceso judicial puede no ser predecible.
La existencia de la deuda contingente es provisional. Al no ser posible predecir una deuda que podría o no ocurrir los requisitos de información existen. El deudor o acreedor ha de tener en cuenta la probabilidad de una deuda contingente. Por ejemplo las compañías de seguros han de saber aproximadamente cuánto van a pagar los pasivos en casos graves. Una estimación razonable debe ser registrada en las cuentas de los pasivos previstos. El riesgo plausible ha de ser registrado y adjuntado a los estados financieros.
Como ejemplos de pasivos, podemos considerar que las garantías de un producto son los pasivos contingentes que son probables. Los fabricantes pueden extrapolar estimaciones a partir de experiencias anteriores para calcular razonablemente los pasivos futuras. De ahí el hecho de la deuda contingente. A pesar de las garantías puede tener lugar a una gran deuda imprevista, como un producto que salga al mercado defectuoso y haya de ser reparado a cargo de la empresa. Ponga su forma más concisa, una deuda contingente es una deuda que no puede o podría ser, dependiendo de las circunstancias futuras.