Los impuestos sobre la venta de activos depreciados

Con el objetivo de bajar de valor puede adquirirse un bien de capital extendiendo su costo durante varios años en una ficción contable que pretende representar un activo que se ha agotado. Teóricamente, al final de la vida de un activo éste no debería tener valor alguno. Sin embargo, si no fue así, Hacienda podría imponer un impuesto sobre las ganancias por encima de su valor depreciado.

Si quiere averiguar la cantidad de impuestos que debe pagar tras la venta de sus activos depreciados es necesario calcular su base imponible. Para esto ha de tomar lo que se pagó por el activo y añadir las reparaciones o mejoras que ha realizado a la misma. Luego se restará la depreciación legal permitida.

En caso de vender un activo depreciado por más valor del precio de compra original el beneficio estará sujeto al impuesto sobre plusvalías que graba con un tanto por ciento la ganancia de un activo mantenido durante más de un año. Aunque la mayoría de los activos que se deprecian son vendidos por menos de su precio de compra original siempre puede haber excepciones.

Además de las ganancias de capital también se puede grabar la depreciación sobre la diferencia entre la base y la depreciación del precio de venta hasta el costo original del artículo. Esta clase de impuestos puede variar dependiendo de lo que se venda, con algunas partidas sujetas a recuperar su tasa de impuesto sobre la renta y otras, tales como bienes inmuebles amortizables, tributarán al 25 por ciento.

Para determinados tipos de activos puede tratar de evitar el pago de impuestos realizando un intercambio consistente en trueques de impuestos diferidos que le permiten vender un activo depreciado y luego reemplazarlo con un nuevo activo de bienes.

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Categorias: Empresas
Ultima modificación: 07/18/2013