Las señas de identidad de la industria artesanal son el trabajo manual y el uso de técnicas de producción tradicional. Habitualmente, el trabajo artesanal pasa de padres a hijos, aunque también hay personas que, sin haber tenido un contacto familiar con la artesanía, se ven atraidos por este sector.
Las industrias artesanales se ubican, por regla general, en las zonas rurales. En estas zonas, por falta de otras alternativas, se siguen transmitiendo estos oficios tradicionales. Sin embargo, como reacción ante el mundo de la producción en serie, crece la demanda de productos artesanales y también el interés de los urbanitas por aprender estos oficios. Así la industria artesanal es una oportunidad de negocio creciente. La producción artesanal de alimentos como conservas, quesos, embutidos; la carpintería artesanal; la orfebrería; la industria textil artesanal y los telares; la forja y la cerrajería; la alfarería; son algunas de estas industrias artesanales más demandas.
Para empezar en la industria artesanal, necesitarás, como si emprendieras cualquier otro negocio, hacer un proyecto. Analiza el mercado, elabora una estrategia comercial, estudia la posible financiación de tu proyecto y concreta un plan de ejecución empresarial. No es necesaria una gran inversión para empezar en la industria artesanal.
Después debes realizar los trámites necesarios para crear una empresa. Necesitarás darte de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y censarte en Hacienda, y registrarte en la Seguridad Social, entre otros trámites. También necesitarás una licencia de apertura para tu negocio o taller artesanal, que se tramita en el ayuntamiento. Además, para abrir un negocio artesanal, es necesaria la acreditación como maestro artesano o documento de calificación artesanal e inscripción en el registro de empresas y talleres artesanos.