Cualquier embarcación que navegue por las aguas del territorio español está obligada a contar con un seguro de responsabilidad civil desde el año 1999. Esta obligatoriedad afecta también a las embarcaciones extranjeras tanto si hacen la navegación por ríos o por mares. Existen varias modalidades a la hora de contratar un seguro pero lo que debes tener en cuenta al contratar un seguro son un par cosas que te mostramos a continuación.
Si nos decantamos por un seguro básico o a terceros debemos tener en cuenta que la póliza recoja que dicha cobertura sea ampliada. Nos referimos a que nos cubra en cualquier situación en la que nos podamos ver implicados y no solamente cubra los daños o perjuicios que ocasionemos sino que también nos cubra a nosotros en caso de ser los perjudicados. Esto es muy importante porque no todas las coberturas lo ofrecen como tal sino que lo ofrecen como un suplemento.
Si por el contrario nos decantamos por la otra modalidad existente que es el seguro a todo riesgo deberemos buscar aquel seguro que nos asegure el valor real del barco. Si te dicen que esto no es así y que se debe asegurar el valor nuevo del barco es que no están especializados en seguros náuticos por lo que es mejor que busques en otra compañía. Te evitarás futuros quebraderos de cabeza posteriormente en caso de reclamaciones.
Otras cosas que deberás tener en cuenta a la hora de contratar el seguro a todo riesgo son las cláusulas en caso de daños tanto parciales como totales pues la compañía debe hacerse cago del coste total de las reparaciones y no del valor parcial en base a la depreciación de la embarcación por uso o desgaste.
Por último, es importante que pongas especial atención a las cláusulas de remolque o salvamento pues de no contar con un seguro el coste de la factura puede alcanzar las tres cuartas partes del precio de la embarcación.
Es por todo esto que es preferible contar con la ayuda de un profesional que te pueda asesorar de cuál es el mejor seguro y compañía que se adapta a tus necesidades.