Alimentar a toda la familia con menos dinero

Si bien es cierto que muchas personas pueden considerar que solo aquellas personas que tienen mayor poder adquisitivo comen de una forma más sana es, tan solo, una verdad a medias. El disponer de mayor facilidad para adquirir determinados productos no quiere decir que sigan una alimentación más sana.

Disponer de mayor poder adquisitivo solo es sinónimo de que pueden tener otros hábitos alimenticios en basa a sus gustos. Por lo tanto, si que es posible alimentar a toda la familia con menos dinero. Una pieza de fruta sigue siendo una pieza de fruta y un trozo de carne sigue teniendo las mismas propiedades nutritivas. Además, solemos olvidar incluir en nuestra alimentación productos sanos y nos solemos decantar por productos industriales o precongelados los cuales tienen un coste mayor en muchas ocasiones.

A esto, hay que sumarle el hecho de que hoy día existen infinidad de productos denominados marca blanca que ofrecen los mismos beneficios que aquellos productos que están consolidados en el mercado bajo una marca determinada. El ejemplo más sencillo lo podemos ver en un producto de necesidad diaria como puede ser un litro de leche. La diferencia de precios entre una marca blanca y otra consolidada es más que notable. Lo mismo ocurre con otros productos como pueden ser la pasta, las legumbres o lácteos.

Además, si intentamos ahorrar en la medida de lo posible debemos saber que muchos alimentos pueden ser sustituidos por otros que ofrezcan los mismos nutrientes. Por ejemplo, a modo muy sencillo podemos observar que el calcio que se puede obtener de la ingesta del queso se puede sustituir por el calcio que puede obtener el cuerpo de la ingesta de leche la cual es mucho más barata.

Es evidente que todos tenemos nuestros gustos y preferencias a la hora de comer pero nunca deben faltar los alimentos básicos en nuestra cesta de la compra y claramente sí que se puede reducir el precio si se renuncian a caprichos o manías.