Clasificación de los diferentes tipos de tasas bancarias

Si tenemos que revisar el tipo de tasas que nos va a aplicar una entidad, probablemente debamos acudir al criterio de volatilidad para determinar su influencia sobre los capitales solicitados antes de formalizar la operación. Este dato es muy importante, porque los gastos pueden suponer un incremento notable en función del tipo de tasa fijo o variable que se establezca.

Una tasa bancaria a interés fijo es la que establece el pago de un porcentaje establecido de antemano. Debido a que conocemos el importe de antemano, no podemos modificar la cuantía. Es tan sencillo conocer las cantidades que deberemos abonar como calcular el tanto por ciento correspondiente del capital restante cada año: si nos prestan 100000 euros al 5 por ciento de interés anual, deberemos abonar 5000 euros en concepto de intereses anuales. Además de la tasa nominal, suelen aplicarse a los préstamos otras tasas o comisiones, que unidas al interés, permiten calcular la tasa anual efectiva (TAE). Hay todo tipo de simuladores en internet que permiten realizar estos cálculos y evitar que realicemos operaciones no convenientes por los cargos que no sabemos valorar adecuadamente.

Una tasa de interés variable es aquella en la que se establece un índice de referencia y se le agrega un diferencial que, debido a las fluctuaciones del mercado, puede aumentar o disminuir de forma periódica. De este modo, el prestatario no tiene la seguridad de la cantidad que abonará en concepto de intereses en cada período. En España suele emplearse como índice de referencia el Euribor, que es la tasa de interés promedio que cobran los principales bancos de la zona euro, aunque podemos encontrar algunos productos que utilizan otros valores como referencia.