Cómo ahorrar con el agua caliente

El gasto en agua caliente es una de las cosas, aunque no lo parezca, en las que podemos ahorrar algún euro a final de mes. Si este es nuestro objetivo es muy fácil conseguirlo, ya que solamente tenemos que cambiar nuestra rutina de uso del agua y pronto se verán los frutos del ahorro en forma de dinero sobrante.

Lo primero sería pensar en qué gastamos agua caliente normalmente, tal vez a la hora de fregar los cacharros, a la hora de ducharnos o si nuestro nivel nos lo permite, a la hora de atemperar la piscina con el uso de la calefacción. En este último caso podríamos tratar de recurrir al uso de sistemas de energía solar térmica, que a pesar de suponer un gasto inicial rentabilizará enormemente nuestra inversión gracias al ahorro energético que suponen, además si tenemos piscina lo más seguro será que también tengamos donde colocar unos buenos paneles solares.

Otra alternativa sería por ejemplo cubrir la piscina con las lonas que se venden a tal efecto, para evitar que durante las noches se enfríe el agua con lo que cuesta recuperar la temperatura inicial. En cuanto al ahorro que podemos conseguir en el ámbito domestico también podemos hacer mucho, cambiar nuestra rutina a la hora de ducharnos procurando enjabonarnos con el agua cerrada o procurando cerrar el grifo cuando fregamos los cacharros y llega la hora de frotar. Estas pequeñas costumbres son las que, granito de arena a granito de arena, hacen un mundo mejor y, sobre todo, mejoran nuestra economía en los malos momentos.