Cómo ahorrar en la factura de la electricidad

Las tarifas eléctricas cada día suben más, tanto para el consumidor normal como para las grandes empresas, que llegan incluso a cerrar por los denominados “tarifazos”, que les hacen perder buena parte del rendimiento que tendrían si no existieran estas tarifas tan abusivas.

En una gran empresa es difícil reducir costos, ya que la mayoría de las grandes máquinas utilizan motores o partes móviles de las que es muy difícil mejorar el rendimiento, pero no es el caso de una vivienda normal, donde podemos tratar de optimizar el consumo eléctrico hasta el punto de rebajar nuestra factura unos cuantos euros mensuales.

El consejo más importante es cambiar el tipo de luz que utilicemos, actualmente las bombillas de incandescencia de unos cincuenta vatios pueden sustituirse por bombillas de ahorro que ofrecerán una cantidad similar, o mayor, de luz, con un consumo energético de diez o quince vatios, lo que supone reducir nuestra factura final (si solo dependiera de la luz) en un sesenta por ciento. Además de la luz también podemos tratar de optimizar los consumos de la lavadora o la nevera por ejemplo; si cargamos al completo la lavadora evitaremos tener que ponerla a funcionar varias veces y con ello ahorraremos detergente, agua, y lo que más nos importa, luz.

Caso contrario el de la nevera, que podremos dejar lo más vacía posible y bajarle así la potencia, ya que el efecto conservador de los alimentos será el mismo pero con un menor uso de electricidad. Esto podemos conseguirlo comprando solamente los productos necesarios para unos pocos días, lo que además asegurará que no se nos pasan de fecha y están siempre en su punto máximo de frescura.