Cómo ahorrar en la cesta de compra

Ante la inevitable subida de los impuestos y la reducción de los salarios, una de las mejores opciones para sanear la economía familiar reside en la perfecta gestión de la intendencia doméstica. De hecho, comprando de forma adecuada y gestionando los recursos del hogar, podemos ahorrar cantidades muy importantes cada mes. La fórmula es muy sencilla, y pasa por aplicar unas normas que incluyen la planificación y la optimización de los productos que compramos.

En primer lugar, anota o realiza una lista de la compra donde reflejes las necesidades reales del hogar, evitando incluir elementos que no sean imprescindibles. Una vez que estés comprando, evita coger artículos que no estén incluidos. De esa forma evitaremos posibles desviaciones del presupuesto. Evitaremos acudir a la compra con hambre, pues el reclamo de los productos es mayor.

Si haces una correcta planificación de las comidas y eres capaz de reciclar las sobras, el dinero invertido será menor y conseguirás ahorrar cantidades importantes. Recuerda, la comida casera es más rentable en términos de aprovechamiento, pues a igual precio que los platos pre-cocinados podemos conseguir un mayor número de raciones. Congelar y descongelar nos permitirá alternar recetas sin que suframos una “intoxicación” por aburrimiento en el paladar…

Del mismo modo, si conoces los alimentos de temporada y sabes adecuar las recetas a ese tipo de productos el ahorro puede ser muy interesante. Las grandes superficies ofrecen promociones y cupones de descuento que suponen jugosos euros que descontar del total. Si compramos en grupo o varias familias juntas, podremos aprovechar el 3×2 de productos que de otra forma pasan a engrosar el fondo de armario. Si somos capaces de realizar toda la compra del mes de una tacada, evitaremos el gasto de gasolina resultante de una fragmentación de la intendencia, así que conviene estudiar bien nuestra planificación.