Cómo ahorrar energía en casa

Sí, parece increíble pero es cierto. Los productos más caros, a la larga, pueden ser más convenientes. Y no sirve únicamente el ejemplo de las bombillas de bajo consumo o las grandes firmas de lujo: en los procesos donde interviene una buena gestión realizada por técnicos especialistas podemos ahorrar mucho dinero. Así que, cuando vayamos a sustituir un electrodoméstico o a adquirir uno nuevo, debemos fijarnos además de en el apartado donde se indica el precio en el nivel de eficiencia energética del mismo. He ahí el punto principal de la cuestión, porque si el electrodoméstico es un aparato eficiente, podemos llegar a gastar hasta un 30% menos reduciendo de forma muy importante el consumo de electricidad. A ello debemos añadir las características técnicas de cada fabricante, pero de forma habitual, los productos más eficientes también suelen ofrecer una mayor duración.

La categoría energética de este tipo de aparatos eléctricos se indica con un código de letras en el que la letra A indica el grado más alto de eficiencia. Puede ir acompañado del signo +, que indica un nivel superior de eficiencia y bajo consumo. Otra razón adicional para optar por estos electrodomésticos es el compromiso con el medio ambiente, pues generalmente reducen el número o volumen de emisiones y de esa forma ayudamos a nuestro planeta.

En cualquier caso, para ahorrar energía siempre podemos aplicar estos principios: desconectar los aparatos cuando no los estemos utilizando, aprovechar las medidas de aislamiento térmico y mantener una temperatura constante en el hogar o contratar tarifas adecuadas al uso que le demos a los principales aparatos, como la tarifa nocturna.