Cómo contratar un seguro de protección de pagos

Ante la situación de inestabilidad que amenaza la economía familiar de muchos hogares debido al contexto de crisis generalizada, se ha implantado de forma progresiva medidas que protegen y palían las consecuencias de no poder afrontar las obligaciones contraidas con diferentes entidades. Así, al igual que los trapecistas acuden al uso de la red para no sufrir lesiones mortales, el pequeño ahorrador puede acudir a la contratación de un seguro que abona por nosotros determinadas cantidades económicas en el caso de que determinados imprevistos, como el paro, la enfermedad u otras circunstancias, nos impidan realizar los pagos. Debido a que son los trabajadores autónomos los que con mayor frecuencia pueden experimentar los efectos de este tipo de situaciones, es un producto muy recomendable para las personas que deben trabajar por cuenta propia en el supuesto de que deban solicitar un crédito o préstamos.

Esta forma de blindar el pago de cuotas mensuales, como las de una hipoteca o un alquiler, o bien los pagos de las tarjetas de crédito, permiten que evitemos situaciones muy incómodas que deriven en procesos judiciales o desahucios.

La mejor forma de contratar un seguro de este tipo es acudir a cualquiera de los comparadores de seguros que se encuentran disponibles en diferentes plataformas de internet, de modo que podremos evaluar las características y el precio que mejor se amolden a nuestras necesidades. Muchas entidades de crédito pueden ofrecernos de forma directa el seguro de protección de pagos en el momento de formalizar la contratación de estos productos financieros, pues ellos son los primeros interesados en asegurar el cobro de las cuotas correspondientes. Debemos estar atentos, pues al aumentar las probabilidades de cobro, deberían reducir el tipo de interés o la tasa anual efectiva y, como en todos los contratos, leer muy bien antes de firmar.