Un presupuesto universitario es una de las herramientas más importantes y fuertes para un estudiante, éste le ayudará a mantener las finanzas al día y no incurrir en una deuda prácticamente impagable en tarjetas de crédito. Si bien el presupuesto lo debe de hacer el propio estudiante, es importante contar con el asesoramiento de un especialista en contabilidad para estar seguro que el presupuesto es adecuado y se obtendrán los mejores beneficios de él.
El primer concepto a tener en cuenta es con cuánto cuenta cada semestre el estudiante, dependerá si éste trabaja o todo el dinero lo obtiene de sus padres, algunos estudiantes cuentan con apoyo gubernamental y también es importante considerar éste dentro del ingreso semestral del estudiante. Una vez determinado el ingreso total se debe hacer un listado de cada uno de los gastos, por ejemplo, renta, alimentos, libros de texto, transporte, material didáctico, uniforme, manutención del departamento o habitación, entretenimiento, refrigerios, servicios y fondo para emergencias.
Una vez determinado cada aspecto se le debe dar un valor y asignar un tope máximo, lo más importante de este presupuesto es nunca sobrepasar el límite que se le esté dando, en caso de emergencias por eso se le asigna un fondo para imprevistos. El presupuesto deberá estar dividido por meses en un semestre y estará en base cero, lo que resulte sobrante al término del semestre se irá al fondo para imprevistos del siguiente semestre, es muy importante no tomar este ahorro como una ganancia puesto que no se tiene la seguridad que el siguiente semestre sea exactamente igual.