Cómo elegir la mejor inversión en momentos de crisis financiera

Si como reza el refrán “a río revuelto…”, ¿por qué no es tan sencillo conseguir rentabilizar las inversiones que se desarrollan en períodos de crisis? La respuesta parece estar vinculada con la necesidad de realizar estudios profundos de la volatilidad de los mercados y sólo invertir cuando conozcamos el entorno donde realizamos nuestras operaciones.

Estas fluctuaciones de los mercados a las que nos referimos determinan que los ahorros conseguidos puedan perderse más rápido de lo que pensamos, por lo que debemos centrar nuestra atención en mantener el capital a salvo más que en rebeñar unos euros adicionales.

Las normas establecidas popularmente que vinculaban la compra de inmuebles y locales con fines especulativos, debido a que significaban una fuente de beneficios muy importante en poco tiempo al revalorizarse, han quedado totalmente pulverizadas por la realidad de los último años. El precio de pisos, casas y locales no sólo ha descendido de forma sigificativa, sino que seguirá bajando en los próximos años. Por ello, no es conveniente perseguir la consecución de beneficios comprando ladrillo. Sólo los inmuebles de características especiales, de muy alto precio y emplazados en las mejores zonas, mantendrán su valor o lo incrementarán.

Por otra parte, la coyuntura de inestabilidad tampoco favorece una inversión en divisas, pues la oscilación de los tipos de cambio depende de numerosos factores que debemos conocer. Por ejemplo, si hasta hace unos años el dólar era un valor refugio, la situación de su economía hace que su moneda sea objeto de depreciaciones que pueden significar pérdidas sustanciales del capital invertido. Existen alternativas como la moneda china, que debido a su empuje actual permiten pensar en su estabilidad; o como el franco suizo, referente de solvencia.

Pero si queremos una inversión segura y con posibilidad de buenos retornos de beneficios, tal vez debamos señalar que, en la actualidad, los inversores prefieren productos de gran liquidez y valor, como las joyas, metales y piedras preciosas.