Cómo evitar abusos en el contrato de alquiler

El contexto de crisis generalizada y la imposibilidad de financiación para la compra de viviendas que afecta a muchas personas ha generado una importante demanda de inmuebles en alquiler, situación que siempre genera prácticas de legalidad y moralidad dudosa. Por ello, tanto si tienes la necesidad de alquilar un inmueble para residir de forma temporal en él, como si eres el propietario de una finca y debes arrendarla, es conveniente que sepas que determinadas cláusulas son consideradas abusivas. Como inquilino, puedes evitarlas leyendo bien el contrato de forma previa a la firma y como arrendador, estás moralmente obligado a no utilizarlas si las conoces.

Una de las principales cláusulas abusivas está relacionada con la imposición de fianzas desproporcionadas para acceder al alquiler de la vivienda. Evidentemente, así blindamos el acceso y protegemos los bienes del piso, pero puede ser un arma de doble filo si gastamos el importe y debemos devolverlo. Así, los retrasos en la devolución de la fianza o su impago, son totalmente ilegales y debe realizarse su devolución a la entrega de llaves mediante un documento que refleje la transacción y retorno del piso a manos del arrendador. En caso de problemas, denunciar es la mejor de las soluciones.

El arrendador puede acceder a la vivienda por causas de fuerza mayor, plenamente justificadas y con la presencia de los inquilinos. Pacta la forma y los plazos de revisión si no quieres visitas inoportunas y no deseadas antes de la firma del contrato.

Ante cláusulas que no te convenzan o que te parezcan abusivas, no te calles, negocia antes de firmar y exige la aplicación de un modelo normalizado de contrato. Será difícil que cambien las cosas una vez que hayas aceptado por escrito las condiciones del arrendamiento.