Cómo evitar el embargo de una vivienda

Actualmente, dado el contexto general de crisis económica, se ha generalizado la utilización de términos desconocidos para la mayoría de la población hace menos de una década: impago, lanzamiento, desahucio, embargo… La situación desesperada de muchas familias y la crispación social han determinado que algunos bancos acepten la dación en pago, pero no todos están dispuestos a ello debido a las fuertes pérdidas del sector financiero e inmobiliario. La pérdida de valor de los inmuebles, tasados por encima de su precio real, es uno de los mayores obstáculos.

En caso de que nos encontremos en una situación de desamparo debido a unos precarios ingresos, lo que debemos hacer en primer lugar es acudir al banco para buscar una solución amistosa para que nuestra hipoteca no nos ocasione un perjucio mayor como el embargo. Hay varias soluciones que no generan gastos ni complicaciones, como prolongar el plazo de la hipoteca negociando el pago de una mensualidad menor o llegar a un acuerdo para obtener un período de carencia, donde sólo haríamos frente a los intereses.

En caso de que conozcamos la posibilidad de subrogar la hipoteca en condiciones mejores que las de la actual, podemos trasladar nuestro préstamo a otra entidad para conseguir un tipo de interés más ventajoso o refinanciar la hipoteca.

Si hemos agotado las vías posibles para evitar un embargo, podemos vender la vivienda para pagar el importe pendiente y evitar la depreciación de la misma en pública subasta. El dinero no reembolsado con la venta deberá abonarse a pesar de perder la propiedad, por lo que debemos agilizar el proceso.