Cómo funcionan las cuentas de ahorro para niños

Enseñarle a un niño la importancia del ahorro es una de las premisas básicas de la estructura familiar, enseñanza que los bancos perciben como una oportunidad de fidelizar los potenciales clientes del futuro. Por ello, ofrecen una ingente cantidad de promociones para captar ese ahorro, que supone un importante capital y una estrategia de marketing bien estudiada, dirigida a los padres de niños cuyas edades oscilan entre los 0 y 15 años. En este caso, el titular será el menor, aunque debe figurar como segundo titular el padre o tutor del mismo. Es probable que para cualquier operación sea necesaria la autorización de este último.

En primer lugar, es interesante señalar que no tienen gastos ni comisiones asociadas a su funcionamiento, de modo que no menguan las cantidades aportadas por el menor y el capital total permitirá en el futuro inversiones de cierta importancia como financiar estudios, equipamiento para estas cuestiones o desplazamientos. Del mismo modo, para que el menor se sienta incitado a iniciar la relación con el banco, suelen ofrecerse buenos regalos o promociones. La rentabilidad suele ser mejor que la de otros productos bancarios, así como la liquidez, que permite que se disponga del capital de forma rápida y sin penalizaciones.

Es bastante frecuente que a estas cuentas de ahorro acompañen otros productos como la posibilidad de obtener ventajas en la adquisición de otros productos financieros, como préstamos para la realización de viajes de estudio o másteres. Es frecuente que se permita también la domiciliación de recibos y pagos habituales, como los servicios de comedor, tasas escolares y otras cuestiones; en ocasiones se permite vincular una tarjeta de débito o crédito a la cuenta, de forma que puede realizar sus operaciones y transacciones del mismo modo que cualquier cliente.