Sugerencias para realizar eficientes planes de ahorro

Cada vez que pensamos en la necesidad de ahorrar intentamos aprovechar muchos de los recursos sencillos que tenemos a mano: controlar los gastos fijos, reducir los extras innecesarios, optimizar el funcionamiento de nuestro hogar, revisar contratos, renegociar seguros, evitar el pago de comisiones… Pero un plan de ahorro es algo más complejo, pues significa realizar aportaciones puntuales y hacer que nuestro dinero y el tiempo generen beneficios a nuestro esfuerzo. En este sentido, existen dos opciones a la hora de comenzar una estrategia que genere ganancias para nosotros.

La primera de ellas, también es la más sencilla y cómoda. Se trata de acudir a una sucursal bancaria, o mejor a todas, para comparar las condiciones en las que se negocia la operación y qué nos ofrecen o garantizan a largo plazo. Generalmente, el inversor deberá realizar aportaciones puntuales durante un largo período y el banco, que cuenta con personal que se dedica específicamente a estas operaciones, cobra una comisión por operar con el capital en pos de nuestro beneficio. Muchos de estos planes implican que deberemos costear también una póliza de vida y hay penalizaciones si retiramos o cancelamos el plan antes de tiempo. Al final del plazo, recuperaremos el capital y los beneficios generados en un único pago o en cuotas.

La segunda, más compleja, nos obliga a centrar nuestra atención en realizar depósitos periódicos y controlar la evolución. En cambio, no tendremos que abonar comisiones ni penalizaciones. Una opción puede ser comprar acciones de una compañía estable y sólida, realizar aportaciones de forma constante y mantener los títulos salvo que la oferta de compra sea muy buena.