Si no sabes torear, para qué te metes…
Sin duda alguna, éste podría llegar a ser el soniquete con que nos martilleen los oídos nuestros familiares ante los primeros titubeos de nuestras inversiones de principiante en la Bolsa. Pero no debemos desesperar, ya que el dinero está ahí fuera para nosotros.
De hecho, la bolsa de Valores pone a disposición de cualquier comprador acciones de algunas empresas para que éstas consigan captar capital a través de estas operaciones. Estas participaciones determinan el cobro de dividendos de forma proporcional si dicha empresa genera beneficios.
El mejor consejo para un principiante es que no invierta grandes sumas de dinero hasta que comprenda el comportamiento de los mercados y los cambios en el valor de las acciones. Otro buen consejo es que no debemos utilizar para invertir dinero que necesitemos a corto plazo, porque las mayores rentabilidades se consiguen con los plazos más largos.
Nunca debe comprarse una acción al azar, pues debemos analizar antes de arriesgar nuestro dinero. Es preferible investigar de forma previa sobre las empresas donde vamos a invertir, sus cuentas, si reparten dividendos,…
Los bancos, compañías de seguros y constructoras son las empresas que ofrecen habitualmente mejores márgenes, con pocas subidas pero un comportamiento estable.
Ante todo, no arriesguemos todo el capital a una sola carta, pues si diversificamos la inversión podremos mantener a salvo las fracciones restantes.
Un buen corredor o un broker profesional pueden ser unos magníficos aliados para introducirnos en el negocio, contando con la posibilidad de que nuestro asistente sea de internet y podamos llevarlo con nosotros a cualquier parte dentro de nuestro smartphone.