Una vez que se alcanzan los sesenta y cinco años de edad, se plantea la posibilidad de solicitar la jubilación y obtener el derecho a la pensión correspondiente. Esta pensión es una prestación económica vitalicia que se concede a las personas que deben dejar de trabajar por cuestiones relacionadas con su edad. El cálculo de dicha pensión corresponde a la aplicación de una fórmula sobre las cotizaciones desarrolladas en los últimos quince años. Del mismo modo, puede producirse una jubilación anticipada por convenio colectivo, acuerdo empresarial o bien una jubilación parcial, aunque estas jubilaciones implican condiciones específicas para cada caso. Todos estos datos están en revisión debido a la instauración progresiva de una nueva ley de pensiones como resultado de las medidas reformistas del gobierno ante la situación de crisis generalizada del país. De hecho, las reformas de agosto de 2011 determinan que la base de cotización aumente de treinta y cinco a treinta y siete años, y que se consideren 25 años en lugar de 15 para el cálculo de la retribución correspondiente.
La forma de solicitar la pensión de jubilación consiste en rellenar un formulario específico y presentarlo en la delegación correspondiente del Instituto Nacional de la Seguridad Social, ya sea por correo ordinario o de forma presencial. Debe Si se ha desarrollado actividad profesional fuera de España y se considera que puede corresponder el derecho a percibir una pensión adicional, la forma de solicitarla es a través del Instituto Nacional de la Seguridad Social, quien realiza las gestiones correspondientes en nuestro nombre.