Cómo renegociar el precio de tu hipoteca

Las hipotecas se firman en la fecha de solicitud del crédito, y ello supone aceptar una serie de condiciones que podrían dejar de ser favorables para el cliente si la situación familiar, laboral o social cambian, como podría ser el caso en muchas ocasiones.

Se hace entonces imprescindible volver a negociar la hipoteca, y para ello podemos recurrir a varios métodos, sin los cuales nos arriesgaríamos a vernos en la calle, sin piso y además con una enorme deuda.

Si la razón de tener que renegociar la hipoteca es la pérdida del trabajo en el que estábamos, podemos tratar de hacer uso del seguro de la propia hipoteca; muchos al firmarla estamos aportando una pequeña parte de los pagos a un seguro que, en caso de pérdida de empleo, nos retrasaría hasta dos años las cuotas, tiempo suficiente para poder conseguir otro trabajo o plantearnos emprender un negocio por ejemplo, o nos daría la oportunidad de vender la vivienda en la que nos encontramos actualmente para comenzar a vivir en un nuevo lugar más asequible.

También podemos tratar de rogar (o aprovechar alguna de las clausulas del contrato) que reduzcan la cuota mensual que pagamos, aunque sea a pesar de pagar unos pocos intereses más y con la clara consecuencia de que alargaríamos el periodo de amortización unos cuantos meses o años más. Debemos recordar para utilizar métodos de este tipo que el banco está muy interesado en que paguemos, ya que supone un gran ahorro en abogados, tramites y gestiones de venta si se quedaran con tu propiedad en lugar de tratar de negociar contigo una forma más cómoda para que puedas hacer frente a tus cuotas.

Otra de las formas a las que más gente recurre es el aplazamiento de capital, que consiste en dejar de pagar una temporada y devolver este dinero en una última cuota, que habitualmente se vuelve a financiar para facilitar su pago.