Cualquier pareja casada tiene la opción de presentar sus impuestos de forma conjunta o por separado. La declaración conjunta puede seguir realizándose incluso si la parejas se ha separado siempre que no exista sentencia de divorcio. Existen varias ramificaciones de impuestos, dependiendo de la situación personal y si como matrimonio han tenido o no hijos.
Si presentan la declaración por separado habrá que decidir quien de los dos reclamará a sus hijos para las exenciones de dependencia. Quien reclame a los niños también va a reclamar el crédito tributario por hijo. El crédito por el cuidado de niños es un poco más complicado. Equivale al porcentaje de los costos por cuidado de niños si se viera en la necesidad de contratar a alguien para estar con sus hijos. Por lo tanto este apartado no es reclamable si viven juntos, pero el archivo por separado.
Si los hijos asisten a la universidad al presentar la declaración por separado se perderá la mayor parte de las ayudas de educación y deducciones. En cuanto a la manutención de los hijos si usted está casado pero no vive junto a su pareja y declara por separado su estado civil puede acabar en que parte pague a la otra.
Ambos padres pueden reclamar una deducción fiscal por los gastos médicos que pagan por sus hijos, independientemente de quien los reclame. Sin embargo, esta deducción está limitada a los gastos médicos y primas de seguros de más del 7,5 por ciento de su ingreso bruto ajustado, o el ingreso bruto ajustado una vez realizadas el resto de deducciones. Si usted está casado y declara por separado limitará algunas de estas deducciones dando lugar a un ingreso bruto ajustado mayor.
En cualquier caso cualquier cónyuge puede reclamar algunos créditos y deducciones mediante la presentación como cabeza de familia en su lugar.