Consejos para mantener un buen crédito

Aunque en ocasiones resulta complicado mantener la liquidez, resulta imprescindible mantener una buena reputación y evitar los impagos si deseamos poder pedir créditos en el momento que sea preciso para realizar operaciones importantes o salvaguardar la integridad de nuestro negocio o núcleo familiar.

El inicio de nuestra actividad profesional puede permitir que nos vinculemos con una entidad bancaria que nos ofrezca las mejores condiciones para gestionar nuestro dinero y nos permita utilizar tarjetas de crédito con unos intereses convenientes.

Unos buenos hábitos, como evitar gastar más de lo que se ingresa, o reservar pequeñas cantidades de forma mensual para hacer frente a los gastos imprevistos, nos ayudarán a mantener la confianza del sector bancario en nuestras posibilidades de retornar el dinero que solicitemos.

Evidentemente, la buena reputación se consigue a base de satisfacer las obligaciones contraídas en los plazos pactados. Sólo de esa forma conseguiremos que cualquier entidad se decida a respaldar operaciones de mayor importancia. Si no somos capaces de hacer frente a una obligación de pago, deberemos pactar con la entidad la refinanciación de la deuda de forma previa a que venzan los plazos. Es vital evitar aparecer en listados o registros morosos, como RAI o ASNEF, aunque sea por el impago de pequeñas cantidades, debido a que en el escenario económico actual se revisan todos los datos sobre los contrayentes de este tipo de obligaciones.

Debido a la falta de confianza, las entidades solicitan cada vez mayores garantías de forma previa a la concesión de crédito. En caso de no cumplir estos requisitos, deberemos acudir a otros circuitos de préstamo con mayores intereses sobre las cantidades prestadas, dificultando seriamente nuestra capacidad para operar, trabajar y financiar nuestras necesidades.